Journal: Escapada a Campanarios de Azaba

Hace unos días estuvimos celebrando el cumple de Carlos en Campanarios de Azaba, una reserva biológica increíble en la provincia de Salamanca, muy cerquita de Portugal. La reserva es muy grande y solamente un espacio pequeño está dedicado al alojamiento, con lo cual la intimidad y la tranquilidad están aseguradas. Vaya, nos resultó la escapada perfecta desde Madrid🤩.

Nosotros nos alojamos en el Lodge, pero también ofrecen una casita y una burbuja. Tuvimos mucha suerte puesto que no había nadie alojado ese fin de semana y el hotelito era todo para nosotros solos. Además, la calidez del equipo hizo que fuese un finde absolutamente redondo y especial, súper dedicado a hacérnoslo pasar lo mejor posible. No sólo eso, también aprendimos cosas sobre la zona, los diferentes animales y sobre la vida misma, la verdad. Y diría que si hubieramos tenido el gusto de pasar algo más de días, nos hubieran enseñado a montar un vallado, arreglar una caldera o hacer un fuego con dos hojas y un palito.

Se pueden reservar excursiones para ir a observar y aprender sobre la fauna y la reserva, pero también con un paseo (fácil y para toda la familia) se pueden ver mogollón de animales (desde bastante cerca). Dormir en completa oscuridad, ver miles de estrellas y la inmensidad del encinar... Vaya, nos pareció el lugar perfecto para parar y romper un poco con el corre-corre diario

Recursos:

🏡 El alojamiento
🦅 La reserva

Os dejo el diario visual del viaje y si os animáis o tenéis cualquier duda, me contáis en comentarios o por Instagram 🌷

Cadaqués – Guía de viaje

Hace ya casi un mes de mi viaje a Cadaqués y Perpiñán, pero igualmente quería dejaros una guía de sitios donde comer y lo que yo recomendaría hacer en Cadaqués. Me parece tal delicia de lugar que, aunque ya es más que popular, no puedo dejar de recomendarlo y dedicarle un espacio aquí. Además, fuimos a Cadaqués recién llegada de Berlín, por lo que esos rayos de sol calentitos y ese cielo azul tan intenso me pareció, si cabe, más bonito que la última vez que estuve.

Dónde comer

Siento que debo empezar por el tema de la comida porque si a algo se va a Cadaqués es a comer bien (que no necesariamente barato eso sí). Carlos y yo decidimos volver a Cadaqués después de un par de años sólo para disfrutar del arroz y el alioli de Can Rafa, aunque esta vez les pillamos de vacaciones y no pudimos cumplir nuestro objetivo. En Casa Anita es obligatorio pedir uno de sus pescados y probar las anchoas y los espárragos (¡nunca había visto espárragos de ese tamaño!); el restaurante, sombrío e íntimo, es perfecto para disfrutar de una cena perfecta. En ambos hay que reservar. Para una cena o comida ligera, tanto para el estómago como para el bolsillo, os recomiendo Mut. Se encuentra en una placita tranquila y tienen platos algo diferentes y más económicos. Para desayunar no encontramos ninguno particularmente especial, pero sí que recomendaría tomarse un café en cualquiera de las terrazas de los dos bares en el paseo principal. Más agustito, imposible.

Qué hacer

La verdad es que mi plan en Cadaqués no es otro que pasear sin rumbo, sentarme a leer o dibujar y no mover el coche de donde lo aparcamos (que no es fácil). Como planes alternativos a los típicos que podéis encontrar de un plumazo en Google, os diría que vayáis andando un poco más allá del centro y alucinéis con las casas que hay por allí. También, si en el paseo os encontráis un acceso a algún Camí de Ronda, sigáis explorando. Generalmente, hay tesoros por el camino.

Consejos

  • La carretera de acceso tiene un buen rato de muchas curvas, así que se tarda un rato en entrar y salir.

  • Fuera de temporada se puede aparcar en la calle. Si no, hay un parking a la entrada. Está al lado del centro.

  • Hay muchas cuestas y mucho suelo de piedra, así que…calzado cómodo.

  • Cadaqués es caro, así que la idea de un apartamento donde cocinar alguna de las comidas os permitirá ahorrar un poco.

¡Gracias por todas las recomendaciones (son todas vuestras)! Por cierto, hace unos años escribí un post con recomendaciones sobre la Costa Brava, así que si quieres saber más, haz click aquí.

Mini-guía: Cabo de Gata

¡Aloha! Hoy os quiero compartir mi mini guía para recorrer Cabo de Gata. La verdad es que me hace especial ilusión redactar esta guía porque fue un puente precioso y no conocía esta zona de España. Me sorprendió muchísimo y me he quedado con infinitas ganas de volver. Me decían que Cabo de Gata tiene un algo especial, y os puedo confirmar que es absolutamente cierto. Sinceramente, hasta este último año que he viajado más, no era consciente del auténtico paraíso en el que vivimos.

En este viaje, además de disfrutar de nuestro clásico “veroño”, hice muchas cosas por primera vez: probé las gambas rojas, hice snorkel y vi el impactante desierto de invernaderos de Almería. ¿Sabíais que se ven desde el espacio? Muy fuerte. Antes de empezar, quiero agradecer vuestra ayuda y el despliegue de recomendaciones que recibí, especialmente a Silvia de @dreamxstreet. Gracias, de verdad.

VISITAR

Dunas y desierto de Tabernas

El desierto más conocido de la zona es el desierto de Tabernas. No obstante, si recorréis la zona con el coche os será imposible no toparos con estos paisajes tan áridos, que bien podrían ser el escenario de cualquier película del Oeste que se precie.

La zona de la playa de Monsul tiene unas dunas espectaculares que, sin duda, te hacen dudar si en algún momento aparecerá algún camello paseando por allí.

COMER

Mariano

En el pueblo de Carboneras, se encuentra un clásico de esos que pasan los años y sigue siendo igual o más popular que antaño. Se trata del ‘Chiringuito Mariano’.

Encontraréis pescado fresco y sobre todo, una joya que yo hasta entonces nunca había probado: el gambón rojo. Qué delicia. En Madrid el precio de este crustáceo es prohibitivo pero allí es pondrán una ración GENEROSÍSIMA por un precio de infarto.

En general, todo lo que pidáis allí está rico. Es recomendable, sobre todo en días como el domingo a la hora de comer, que reservéis mesa. Nosotros fuimos a repetir y no cabía ni un alfiler.

COMPRAR

Cerámica en Níjar

Si me seguís desde hace tiempo sabéis que todo el tema vajilla me vuelve loca, sobre todo las tazas y las ensaladeras. Si estáis por la zona, os recomiendo una visita a Níjar, un pueblo famoso por su tradición cerámica. Encontraréis todo tipo de piezas, colores y tamaños.

En mi opinión es el souvenir y recuerdo perfecto para llevarse de la zona. Además, si os dais una vuelta por las tiendas podréis encontrar auténticas joyas de la decoración. Ojo si estáis buscando piezas únicas para vuestra casa: tienen unas mesas de exterior hechas con mosaicos espectaculares.

Fuente: http://nuevo-estilo.micasarevista.com/casas-lujo/casa-en-la-finca-en-caceres/estructura-de-hierro-con-techo-de-canizo

VIVIR

Snorkel en Monsul/Cala de la Media Luna

25 años y nunca había hecho Snorkel. Carlos me suele decir que no he tenido infancia. Al principio me daba un miedo/grima horroroso ponerme las gafas y mirar hacia abajo. Pero una vez hecho, no quería salir del agua.

Estas playas, aunque bueno, la zona en general, tienen unas condiciones óptimas para este tipo de actividades y, de verdad, que os recomiendo muchísimo daros una vuelta por allí y meter la cabeza debajo del agua.

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Agua Amarga

Uno de los pueblos más famosos de la zona es Agua Amarga. Tiene una playa grande pero da la sensación de estar muy recogida, lo que la hace muy agradable. El pueblo es totalmente blanco y es una auténtica delicia pasear por allí.

Además, tiene muchas opciones gastronómicas por lo que es el pueblo perfecto para un buen arroz y una cerveza fresquita.

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Playa de los Muertos

La playa más conocida de la zona es la Playa de los Muertos. Y su fama está más que justificada (en mi opinión). El color del agua es de un azul cristalino que nada tiene que envidiar a las playas caribeñas de postal.

El acceso es algo complicado, ya que hay un desnivel importante. Pero bueno, si no tenéis ningún problema de movilidad, un poquito de cuidad y sin problema. También podéis hacer un paseo cortito hasta llegar al mirador (desde donde saqué esta foto).

Como todo, en temporada alta será complicado encontrar sitio pero fuera de los meses estivales, la playa no está agobiantemente concurrida.

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Faro de Cabo de Gata

Otra de las paradas obligatorias es el Faro de Cabo de Gata. No podéis iros de allí sin subir (podéis ir en coche) hasta el faro y dar un paseo. Las vistas (como suele ser desde los faros), son maravillosas. Se puede ver toda la silueta de la costa y, por lo menos cuando nosotros lo visitamos, no hay mucha gente.

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Mis top 3 sitios para comer en Roma

Roma es una ciudad increíble. Increíblemente perfecta para los que nos gusta comer. De hecho, hay tanta oferta y tan buena que resulta francamente complicado llegar a probar todos los sitios que a uno le gustaría. Nosotros dejamos por probar muchos que, en un principio, eran un sí o sí. Pero oye, uno hace lo que puede. Y con ese mismo criterio he escrito este post. De aquellos que probamos, ¿a qué tres sitios volveríamos a ir?

Tonnarello

Si investigáis mínimamente en Google, Tonnarello será uno de los restaurantes en la zona del Trastevere más puntuados y mejor valorados del buscador. La primera vez que intentamos ir fue un sábado por la noche y la cola era tal, que decidimos dejarlo para otro día o darlo por perdido directamente.

Hicimos bien en no tirar la toalla y comimos allí nuestro último día. Sin duda, repetiré cuando vuelva por Roma y volveré a pedir los espaguettis carbonara y la focaccia. El sitio es monísimo y la comida esta tremenda. Igual que el café. Aunque bueno, ya se sabe que es complicado que te den un café rancio en Italia.

Sin duda, si estáis de paseo por Trastevere y no hay una cola desorbitada, Tonnarello es un sitio más que recomendable para disfrutar de un buen plato de pasta.

Emma

Antes de ir a Roma, estuve haciendo mi buena investigación sobre dónde comer una buena burrata en Roma, a pesar de no ser un plato típico de la región. En esa búsqueda me topé con el restaurante Emma. Las reseñas eran buenísimas: restaurante frecuentado por locales, pizzas insuperables y burrata fresca.

Y, efectivamente, una vez más, tuvimos que darle las gracias a los reseñeros de Google. Es un local enorme, por lo que, aunque toque esperar un poco, os sentarán relativamente rápido. Quizás había demasiada gente y demasiado ruido, pero bueno, estás en Roma.

Tanto la burrata como la pizza estaban buenísimas, así que, por mi parte, recomendadísimo.

Forno di Campo Fiori y Forno Roscioli

Si bien me gusta un buen restaurante, creo que lo que más me gustó de Roma fueron sus fornos. Los encontraréis casi en cada calle, y vienen a ser como nuestras panaderías/pastelerías pero con más producto…entre ellos, pizza al taglio (ósea, pizza al corte).

Sustituimos la tostada con aguacate para desayunar por un tajo de la pizza con el color que se nos antojase al despertar: de pesto, de tomate, de mortadela. Mmmmm. Sólo recordarlo ya empiezo a salivar. El sabor, el crujiente y el calentito de cada bocado son, sin duda, uno de los grandes piaceres de la vida.

Además de lo rico que está, tienen la ventaja de ser portátiles. De este modo, podemos llegar antes y ahorarrnos otra de las colas en el Vaticano, Coliseo/Monumento que toque ese día.

Los dos fornos que os recomendamos son céntricos y diferentes. El forno di Campo di Fiori es más pequeño pero la calidad de su pizza es brutal. Veréis que no dejan de entrar y salir locales. Por otro lado, el forno de Roscioli está algo más masificado y se mezclan locales con turistas. Allí encontraréis más variedad de producto y es ideal para una comida rápida de pie o para llevar. Ninguno de los dos tienen mesas para sentarse, por si estabais pensando en descansar un rato a la hora de comer.

Por cierto, en el forno de Roscioli compramos un panettone para traer a casa por Navidad. No hace falta que diga lo que duró en casa. Eso sí: caro y lleno de pasas (que lo de las pasas no es para todo el mundo).

 

Y hasta aquí mis top 3 restaurantes en Roma. En realidad, creo que es difícil comer mal en Roma, por lo que tampoco se preocupen de las trampas para turistas porque son bastante obvias y seguro que no están ni tan mal. En mi mapstr_app (@alejandracubero) tenéis la lista completa que hice de restaurantes, bares y demás. ¡Muchas gracias por leer y si probáis algunos me contáis! Un besote

¿Dónde me alojo? Mi lista de hoteles

Hello! En esta lista encontrarás todos los alojamientos en los que he estado este año y que he ido compartiendo por Instagram. Por norma general, me gusta investigar bien los sitios a los que voy a ir y suelo buscar que la relación calidad-precio sea buena.

La verdad es que siento especial atracción por los hoteles, apartamentos y demás, por lo que siempre intento ir a sitios chulos y en los que me inspire durante la estancia. No obstante, a veces, por una cuestión de tiempo, precio o necesidad, esto no se cumple y los apartamentos están bien sin más.

Aquí tenéis el cuadro que iré actualizando según vaya conociendo más hoteles. ¡Espero que os sea útil!

Qué hacer en Ushuaia en tres días

Ushuaia, Fin del Mundo o Tierra del Fuego. Así son los tres nombres por los que se conoce a la ciudad más austral del mundo. Una ciudad que mezcla la belleza de las montañas, con la serenidad del mar y el ambiente tan característico de los pueblos marineros. Ushuaia no os dejará indiferentes porque si algo tiene esta ciudad es una personalidad arrolladora. El frío de sus termómetros contrasta con la calidez de su gente; la ardiente defensa de las Malvinas argentinas empapela sus calles y el misterio que le confiere su condición de Fin del Mundo hacen que la visita a Ushuaia sea, sin duda, memorable.

Cómo llegar a Ushuaia + dónde dormir

Llegar a Ushuaia

Nosotros volamos desde Salta, con escala en la ciudad de Córdoba. No obstante, es fácil llegar desde Buenos Aires, El Calafate y otros destinos. Dependiendo de la fecha, será más o menos complicado llegar en coche; no obstante, la mítica ruta 40 os conecta con la ciudad y en la época en la que fuimos nosotros, las carreteras estaban bastante bien.

TIP: si vais a Ushuaia en avión, os recomendamos ir por la mañana. El espectáculo de volar entre las montañas es una atracción en sí mismo. De verdad, lo repetiría una y mil veces.

El aeropuerto está al lado del centro: podéis coger un taxi o una furgoneta para varias personas.

Dormir en Ushuaia

Nosotros nos alojamos en “Los Calafates B&B”*y la verdad es que no pudimos estar mejor. Nos dieron una habitación enorme, la casa y los anfitriones son maravillosos y el desayuno súper personal y abundante. Además la localización es perfecta.

Cómo organizarse

Si de por si es importante mirar el tiempo cuando organizamos un viaje, en Ushuaia lo es aún más. Esto es así porque del viento y el tiempo dependerá que podáis hacer algunas excursiones en barco o al parque natural Tierra del Fuego. El tiempo es muy cambiante: es posible que por la mañana el viento sople de tal manera que podáis hacer la excursión, mientras que tres o cuatro horas después sea imposible.

Las excursiones

Por lo general, moverse fuera de centro de la ciudad de Ushuaia no es fácil (al menos en invierno). Al ser distancias bastante grandes, ir con poco tiempo y la inseguridad del estado de las carreteras, la mayoría de turistas no nacionales optan por contratar excursiones.

La ciudad está muy preparada para ello y encontraréis multitud de agencias y excursiones. Resulta bastante complicado decidirse por una u otra empresa: los paquetes y precios son bastante parecidos. Estas son mis recomendaciones:

  • investigad con tiempo las diferentes opciones

  • mirad si por pago adelantado tenéis algún descuento. OJO: suele ser siempre más barato pagar en efectivo.

  • si podéis escribir a la empresa y que os manden más detalles, mejor.

  • algunas excursiones requieren reserva (pocas plazas).

  • Chequead los siguientes puntos:

    • Si os recogen y os traen al hotel

    • Si incluye comida

    • Si incluye equipamiento (en caso de que así lo requiera).

Excursión imperdible: navegación por el canal del Beagle con El Che.

Día 1 - Navegación por el canal del Beagle + Museo Marítimo y del Presidio

Excursión El Che

Para navegar por el Beagle tenéis dos opciones: barco grande o barco pequeño. Como ya sabéis, tratamos de huir las masas siempre que podemos, por lo que nosotros lo teníamos claro: sí existía la opción preferíamos hacer la excursión por el canal del Beagle en un barco pequeño. Por este motivo, escogimos “El Che” y, sin duda, acertamos.

Es recomendable que reservéis la excursión por internet y paguéis directamente en la caseta que tienen en el paseo (también dependerá del tiempo). En la excursión, si no recuerdo mal, no habrá más de 12 personas (nosotros íbamos 4 en total) por lo que podréis moveros con total libertad por el mismo. El barco es pequeño, así que se acerca mucho a los principales puntos que se visitan: el faro y los islotes de leones marinos. Además, hacen una parada en una isla desierta y se hace un pequeño trekking (¡buen calzado imprescindible!). Nosotros tuvimos suerte y pudimos ver cóndores justo encima de nosotros.

El tour es SÚPER personal. En todo momento te cuentan cosas, puedes preguntar todo lo que se te ocurra y es una excursión de las que se viven. Una experiencia en toda regla, una experiencia para emocionar.

Museo Marítimo y del Presidio

Un buen plan para la tarde es, lógicamente, dar una buena vuelta por la ciudad. Se ve bastante rápido, tiene muchas cuestas y hace bastante frío. Así pues, uno va bastante acelerado en los paseos y los planes de interior son bastante bienvenidos. Un plan que está fenomenal es la visita guiada al Museo Marítimo y del Presidio. No se puede entender Ushuaia sin su antigua cárcel y, sin duda, le remueve a uno el estómago pasear por los pasillos de la antigua cárcel. De verdad, si tenéis tiempo, ¡id! (También es verdad que yo soy muy de prisiones, asesinos e historias de estas tenebrosas, jajaja).

Día 2 - visita al Lago Fagnano y Lago Escondido + excursión nocturna

Si estáis en Ushuaia no os podéis perder sus lagos. Si veis que no hay nieve ni hielo, nosotros os recomendamos alquilar un coche y recorrerlos por vuestra cuenta. Nosotros íbamos con la idea de que las carreteras estarían bastante mal por lo que contratamos una excursión, pero, vaya, ahora hubiéramos alquilado un coche.

Nosotros contratamos la excursión en 4x4 por los lagos + comida con la empresa Rayen. La verdad es que el grupo y el guía fueron estupendos (esa es la mejor parte). Al final, en una excursión aprendes de lo que te va contando el guía y del resto del grupo (en nuestro caso eran todos argentinos). Comimos cordero “a la estaca” BUENÍSIMO y, además, en abundancia. Bueno, y empanadas…que nunca falten. Y vino. Vino también.

La excursión nocturna es otra buena opción si tenéis fuerzas y dinero, jajaja. Nosotros cojeábamos de ambas, por lo que nos ahorramos esta excursión. No obstante, tenía pintón. Normalmente consisten en un trekking por la noche + paseo en trineo tirado por perros.

Día 3 - visita al Parque Nacional Tierra del Fuego

De nuevo, contratamos una excursión para visitar el Parque Nacional Tierra del Fuego por una cuestión de logística. Además, en el caso del parque, con el frío que hace en invierno, lo grande que es el parque y las pocas horas de luz, no nos atrevíamos a hacerlo por nuestra cuenta. De hecho, no sé si en invierno es posible hacerlo de manera autónoma.

El parque es GIGANTE y las condiciones climatológicas son bastante extremas. Hay que tener claro que en un día no se puede ver el parque al completo, pero bueno, a veces no queda otra. Con la excursión, os aseguráis ver lo más icónico de manera segura. Lo cierto es que a nosotros se nos hizo bastante “turistada” la mayor parte de la excursión: explicaciones como si estuvieran leídas, sin mucho entusiasmo y un poco a lo rebaño. No obstante, hicimos un mini trekking (súper light) que, al menos, nos despertó un poco del letargo del calorcito de la furgoneta. Ademas, cada vez que se llega a un punto concreto te bajan de la furgo para sacar fotos y hacer de turista, jejeje.

Podéis contratar si queréis el Tren del Fin Del Mundo. Es curioso, pero nosotros no lo cogimos por precio y porque el guía del Che nos dijo que era un aburrimiento. Supongo que para ir con niños es una buena opción.

Espero que si vais a Ushuaia disfrutéis muchísimo y encontréis este post útil.

¡Muchísimas gracias por leer! ¡Las dudas son bienvenidas! Así para cualquier cosa escríbeme por Instagram o mándame un email a alejandra@aleoli.es.

Otros posts sobre Argentina:

Disclaimer: todos los enlaces en los que aparece un (*) forman parte del programa de afiliados de Booking (por donde yo reservo casi siempre). Booking no promociona ni patrocina este post. Únicamente supone que si hacéis una reserva, yo me llevaré una pequeña comisión :)

El norte de Argentina en coche: Salta y Jujuy

¡Hello! No se me ocurre mejor manera de amenizar el lunes que con un nuevo post sobre Argentina. No os voy a engañar, se me hace muy duro la revisión de fotos para el post. No sabéis lo que daría por volver atrás y estar allí otra vez. Pero en fin, como todavía no tenemos ese superpoder, me conformo con escribir este post y revivir aquellos días.

Como os conté en la Guía de Argentina, decidimos recorrer el norte en coche. Quien dice “el norte” dice una ínfima parte del norte. Recordemos las dimensiones gigantescas de este país. Bien, nos decidimos por el norte frente a otras opciones como Iguazú porque nos atraían enormemente las postales del desierto que encontramos por internet. Nos parecía que sería la parte que, desde un punto de vista cultural, más diferente se nos podía hacer a lo que estamos acostumbrados y la posibilidad de recorrerlas en coche nos conquistó.

Salta

Nosotros volamos por la noche desde Buenos Aires hasta Salta. Una vez en Salta, cogimos un “remis” (o taxi) hasta el hostel, donde caímos redondos de sueño. El Residencial El Hogar nos encantó: súper mono, alejado del bullicio y su dueño, un encanto. Al día siguiente, tras un desayuno cariñosamente servido, recorrimos Salta. Si tuviera que elegir una palabra para describir la ciudad sería, sin duda, caos. Caos con encanto, eso sí.

La ciudad, bueno, el centro, se recorre en un día. Hay varios enclaves turísticos que visitar, en su mayoría de carácter religioso. No obstante, no fue ese para mi el principal atractivo de Salta. Salta me cautivó por su personalidad. Una ciudad grande con aire de pueblo anclado en el pasado. Me resulta complicado explicar como me sentía. Tenía la sensación de estar paseando por otra década. No podía evitar observar a la gente llevar a cabo sus tareas normales: ir a la iglesia antes de trabajar, empujar de un remolque con la bicicleta o, simplemente, esperar el autobús. Sentía todos aquellos momentos tan únicos y tan fugaces que quería retratar todo y llevármelo conmigo para siempre. De ahí, la cantidad de fotos.

Esta misma sensación, la verdad, se repitió la mayor parte del viaje por el norte. Volviendo a cuestiones más prácticas, en Salta no podéis de dejar de probar las empanadas o comer un buen asado de tira en El Viejo Jack. Os hablaba de ese parón repentino del tiempo, ¿verdad? Pues contrasta enormemente con la amplia disponibilidad de Wifi que encontraréis en la plaza y en la mayor parte de locales.

Os recomendamos también coger el teleférico San Bernardo y disfrutar de las vistas de Salta. Os sorprenderá lo pequeña que parece cuando la recorres y lo enorme que es en realidad. Salta es un buen punto de partida para alquilar el coche ya que, al ser una ciudad bastante grande, tenéis varias compañías de alquiler y acceso a las principales rutas. Eso sí, mucha calma cuando cojáis el coche. Conducir por Salta os hará apreciar el tráfico en vuestras ciudades (españolas, al menos). Si preferís no coger coche, Salta es un buen punto también desde el que contratar una excursión. Salen a prácticamente todos los enclaves más turísticos y os aseguráis de llegar sanos y salvos. Jajaja, sí, temí alguna vez por mi vida…pero yo soy bastante miedica.

De Salta a Cafayate

Tras un día y medio en Salta (ambos coincidimos en que con una mañana nos hubiera bastado) cogimos el coche - al que de ahora en adelante llamaremos Logan - y pusimos rumbo a Cafayate. Cafayate es conocido por su vino y por tener unos viñedos a gran altitud.

Cuando cogimos el coche nos explicaron las rutas más y menos transitables, aquellas con la que teníamos que tener más cuidado y que convenían hacer con luz de día. Siguiendo dichas recomendaciones, decidimos, antes de ir directamente hasta Cafayate, parar en un pueblito con muchísimo encanto y de estilo colonial conocido como Cachi. El pueblo se encuentra entre montañas, y, como os podréis imaginar, lo más espectacular es el camino hasta allí.

De camino se cruza el Parque Nacional de los Cardones, donde es obligatorio parar y observar el ejército de cactus, perdón, Cardones, que protege el paisaje. Estad atentos a las espinas en el camino y a las llamas que brincan por ahí.

Tras comer en Cachi, hicimos toooodo el camino de vuelta hasta la carretera de la Quebrada de las Conchas y en dirección a Cafayate. Esta carretera la condujimos de noche, sin más luz que las luces del coche y de las estrellas. Tras un camino laaaargo y a una velocidad más bien lenta, llegamos a Cafayate. El hostel donde nos alojamos fue mi favorito de todos, me dio muchísima rabia quedarnos únicamente una noche. El Hostal Tierra de Vinos es PRECIOSO y además, nosotros habíamos reservado baño compartido y, por el mismo precio, nos pusieron una habitación con baño y ducha privado. #lucky. Tal cual, con el chándal y los pelos de viaje, nos fuimos a cenar y beber una buena botella de vino (a servidora se le fue un pelin de las manos) a la Bodega Nanni.

Esa misma mañana poníamos rumbo a Humahuaca. Teníamos casi doce horas de viaje hasta allí. Doce horas porque hicimos un millón de parones y tuvimos que conducir por una carretera antigua porque la principal estaba cerrada. Pero…MADRE MIA. QUÉ PAISAJES. Recorrimos con muchísima calma la Quebrada de las Conchas. Paramos en muchísimos sitios para admirar, sacarnos fotos y alucinar un poquito con las maravillas de la naturaleza. Sin duda, si tenéis poco tiempo, debéis parar en el Anfiteatro y en la garganta del Diablo. Pero vaya, el planazo es recorrerlo con tiempo y parando mucho.

Recorrer la Quebrada de las Conchas como lo hicimos fue una de mis partes preferidas del viaje: calma, buena música, buena compañía y paisajes quita-hipo. Conseguí olvidarme del reloj (un reto importante para mi) y estar presente en ese momento. Supongo que, en gran medida, esta es otra de las razones por las que esta parte del viaje fue tan especial para mi.

Humahuaca

A Humahuaca, casi tocando Bolivia, llegamos bastante tarde. Estábamos agotados: fueron muchas horas por carreteras en las que se conduce muy lento, varios parones de la policía y el cansancio acumulado de los madrugones de los días anteriores. Bueno, y de cargar, hacer y deshacer la maleta, jajaja.

En Humuahuaca dormimos en el Hostel El Sol. A nuestra habitación se accedía por unas escaleras exteriores desde las que teníamos unas vistas realmente espectaculares. Eso sí, del viaje al baño, abierto y compartido, a las siete de la mañana, mejor no hablamos, jajajaja. La diferencia de temperaturas entre la noche y el día es brutal. Desayunamos en el hostel, recorrimos Humahuaca y nos dirigimos a las Salinas Grandes.

En las Salinas Grandes os recomiendo varias cosas: llevad gafas de sol (sí o sí), id con vuestras necesidades hechas (hay baños móviles pero custodiados, de pago y poco higiénicos) y pedid una quesadilla y/o empanada a la mujer con el hornillo y la pizarra. Ah bueno, no os olvidéis de la típica foto saltando. El ascenso a las Salinas es sinuoso pero no es demasiado complicado. Únicamente hay que tener cuidado con los camiones que descienden desde Chile cargados con otros coches: bajan rápido y las curvas son muy cerradas. En las Salinas es fácil aparcar. Eso sí, como os decía en otros posts: ¡id bien de gasolina siempre!

Acabamos nuestro viaje por el norte en la Quebrada de Humahuaca, más concretamente en el pueblo de Purmamarca. Es el típico pueblo donde se hace una parada para admirar y fotografiar el Cerro de los Siete Colores. No obstante, a mi lo que más me gustó fue el pueblo en sí. Bueno, más que el pueblo, la gente. Cuando fuimos nosotros creo que estaban celebrando alguna fiesta, y había caballos, gauchos y cervezas en la calle principal. Como si estuviera en una peli del oeste, yo me sentía igual.

Desde Purmamarca condujimos directamente hasta Salta. Allí pasamos una noche y al día siguiente muy muy pronto fuimos al aeropuerto rumbo a Ushuaia. Pero tal y como hemos acordado, de eso hablamos un poquito más el próximo lunes.

Espero que os haya gustado y os resultado útil este post. Para mi, sin duda, fue la zona más especial de todo lo que vimos por Argentina. Probablemente tenga mucho que ver el haberla recorrido en coche, pero de la magia de los viajes en coche podemos hablar otro día si queréis.

¡Muchísimas gracias por leer! ¡Las dudas son bienvenidas! Así para cualquier cosa escríbeme por Instagram o mándame un email a alejandra@aleoli.es.

Otros posts sobre Argentina:

Qué ver en Buenos Aires en dos días

Si has llegado hasta aquí es porque, igual que nosotros, te encuentras en el complicado momento de decidir qué vas a hacer en una de las ciudades más grandes del mundo en tan sólo dos días. DOS DÍAS. No es fácil. Lo sé. Buenos Aires es una ciudad tremendamente grande, aunque, por desgracia, no se recomienda al turista que visite más que un pequeño núcleo de la misma por motivos de seguridad. Así que, bueno, algo más fácil hace la elección de actividades en la ciudad. Os recomiendo que os quitéis el agobio de todo lo que “no vais a llegar a ver” y os preparéis para sucumbir al encanto de esta ciudad. A mi, sin duda, me enamoró.

A continuación os voy a detallar las cosas que nosotros recomendamos ver/hacer sí o sí en Buenos Aires durante dos días completos. Es decir, no contamos el día de llegada ni el día de ida.

A tener en cuenta:

  • Las distancias son enormes. Ir de un barrio a otro puede llevarte horas andando (por experiencia propia). Tenlo en cuenta en tu planificación. Lleva calzado CÓMODO, por el amor de Dios. Nosotros anduvimos en todo momento, salvo un par de taxis que cogimos. No hay ningún problema en coger metro o bus.

  • Los pasos de peatones están de decoración. Los coches van primero. Si vienes de una ciudad como Madrid en la que, por lo general, se respetan los semáforos, pasos de peatones y demás, igual te llevas más de un susto por “cumplir” las normas. Cuidado.

  • Uber y taxis: hace poco que Uber llegó a Buenos Aires y, como siempre que Uber aterriza en un país, hay polémica. Nosotros tuvimos un susto en el Uber del aeropuerto al hotel, pero después no tuvimos ningún problema. Los taxis y los Uber son muy parecidos de precio, por lo que dependiendo de la demanda que haya de Ubers, puede ser más interesante coger un taxi normal.

No te pierdas:

Día 1:

  • Avenida 9 de julio y Casa Rosada: pasear por la Avenida del 9 de julio es una experiencia. Observad bien la anchura de la avenida y el atasco que se acumula en ella. De fondo, Evita Perón contempla la jungla urbana mientras una manifestación avanza avenida abajo gritando y agitando sus tambores. La Casa Rosada hay que verla porque hay que verla, no obstante, se ve poco. Yo disfruté más del parque y los alrededores de la Casa Rosada, que de la casa en sí.

  • Mercado de San Telmo: en general, el barrio de San Telmo es una gozada para pasear y para comer. El ambiente en las calles, los colores, los dibujos y el aire que se respira en ese barrio son absolutamente especiales. Enclave verdaderamente imperdible si vais por Buenos Aires. Aún más esencial es su mercado. Parece que el auge de los mercados tradicionales como punto de encuentro alrededor de la gastronomía no es una cosa exclusiva de Madrid. De hecho, a veces sentía como si todavía estuviese en casa, en el Mercado de San Antón o San Miguel. Os recomiendo comer empanadas en el puesto de empanadas (no tiene pérdida), y curiosear todas las tiendas y puestos que hay en el mercado. No sabéis lo que os vais a encontrar. Nosotros vimos como un chaval le vendía a una tienda de antigüedades un saxofón por piezas. Recomendación: os sugerimos ir (si podéis) un día entre semana por la mañana/hora de comer prontito. El domingo hay mercadillo por la zona, así que no es muy buena hora para ir a sacar fotos y pasear tranquilamente.

  • Entrar en las librerías: en Buenos Aires (y por todo Argentina) hay MUCHÍSIMAS librerías. A mi me tenía fascinada. Os recomiendo que os detengáis en las que más os llamen la atención y os hagáis con algún título. Yo me compré XXXX en la Librería el Ateneo, una librería situada en un antiguo teatro y que bien merece una visita.

  • Visitar el cementerio de La Recoleta y pasear por el barrio: otro de los sitios que os recomendará cualquiera que conozca Buenos Aires. Os recomendamos visitarlo poco antes de que cierre (con tiempo, claro), ya que es cuando menos gente hay. Además, la luz del atardecer le da un aire más lúgubre y misterioso a la visita. Veréis como todo el mundo busca la tumba de Evita Perón. Si bien os recomiendo uniros a la búsqueda, os animo a perderos por el cementerio y contemplar las tumbas y mausoleos. Son un espectáculo. Una vez hayáis acabado con el cementerio, podéis ir andando por el Barrio de la Recoleta. Un barrio de clase alta que, aunque no tiene nada en particular, mantiene su encanto parisino y resulta muy agradable de pasear.

Día 2

  • Free Tour del Barrio de La Boca: el barrio de La Boca es uno de los barrios más característicos y fotografiados de Buenos Aires. No os vais a desvelar nada porque merece la pena que os sorprenda en directo. No obstante, os recomiendo encarecidamente evitar ir en fin de semana. Si bien es un barrio que por historia e imagen tiene un encanto fuera de lo común, la masa de turista que lo inunda los fines de semana, le quita bastante encanto a la visita. Dicho esto, nosotros fuimos un domingo y aún así me encantó, PERO estoy segura de que me hubiera enamorado de haberlo visitado con la mitad de gente. Por otra parte, os sugerimos coger el Free Tour del barrio. Si bien no es “free, free” merece la pena pagarlo. No tiene nada que ver entender cómo se desarrolló el barrio que verlo sin más. Me parece una de esas experiencias por las que merece la pena pagar cada euro (bueno, peso). Y si sois fanáticos del fútbol, tenéis la Bombonera (el mítico estadio del Boca), ahí mismo…y se puede visitar.

    OJO: para llegar a la Boca podéis optar por ir en transporte público o andando desde el Barrio de San Telmo y cruzar una parte del barrio (que no es la turística). Nosotros os recomendamos ir andando y que apreciéis vosotros mismos los cambios que se van viendo a lo largo del camino. No se recomienda al turista que se adentre en el barrio.

  • Dar un paseo por Puerto Madero: Puerto Madero fue el primer gran puerto que se construyó en Buenos Aires. Tiempo después, por una cuestión de logística y complicaciones técnicas, se construyó otro puerto y esta zona quedó totalmente abandonada y deprimida. Hoy, Puerto Madero presenta una cara totalmente renovada gracias a un gran proyecto inmobiliario que ha revivido la zona y la ha convertido en una de las más caras de la ciudad. Tiene un paseo enorme y es realmente agradable de caminar. Se trata de una zona ideal para descansar y tomarse un par de horas con calma: tumbarse en uno de sus bancos al solecito y después tomarse un café en alguna de sus cafeterías es, sin duda, un planazo (muy simple, pero un planazo) para hacer en BA.

Recomendación: si tuviera que sacrificar una zona, probablemente sería Puerto Madero. Nosotros aprovechamos que nuestro vuelo salía por la noche para pasar la mañana por allí. No es que no me gustase (porque me encantó) pero es más parecida a lo que estoy acostumbrada a ver.

A lo largo del camino, y de los miles de pasos que iréis dando, os recomiendo parar en la Pizzería Guerrin y comer un pedazo de pizza Fugazzetta (cebolla y queso). No cierran desde por la mañana hasta la una de la madrugada y SIEMPRE está lleno. No digo más. Tengo planeado hacer un post entero de donde comer en Buenos Aires y en el resto de sitios que pudimos probar por allí. Stay tuned.

  • Dar una vuelta por Palermo viejo, cenar y tomar algo: Palermo Viejo fue, junto con San Telmo, mi zona preferida de Buenos Aires. Paseaba por allí y, de verdad, me veía viviendo allí. Me sentía como en Madrid. Palermo Viejo es otro de esos barrios en los el ambiente te atrapa. Es conocido por sus graffitis, aunque nosotros llegamos ya cuando no quedaba apenas luz y no pudimos verlo bien. Tiene muchísimo ambiente por la noche y, si sois foodies, encontraréis mil y una opciones para salir a cenar y tomar algo. Eso sí, reservad…igual que en Madrid, están a rebosar.

Y hasta aquí nuestras recomendaciones sobre qué visitar en Buenos Aires si solo tienes dos días. Está claro que hay MUCHÍSIMO más que ver y hacer, pero el tiempo es finito y qué le vamos a hacer. Pero bueno, mi recomendación más importante es que respires la ciudad y te empapes de ella. Rebosa personalidad en cada calle y en cada esquina, disfruta de eso, sea donde sea. Te podrás llevar fotos, vídeos y souvenirs, pero si consigues empaparte del alma de la ciudad, te llevarás contigo un pedacito de ella para siempre.

¡Espero que os haya gustado mucho este post y sobre todo que os sea de utilidad si vais a ir a Buenos Aires! ¡Las dudas son bienvenidas! Así para cualquier cosa escríbeme por Instagram o mándame un email a alejandra@aleoli.es.

Otros posts sobre Argentina:

Guía de viaje: Argentina

¡Aloha! Ya llegó, ya está aquí…¡el primer post de nuestro viaje a Argentina! Tal y como os anuncié en el post de la Rentrée 2018, el primero de los posts sobre Argentina es una guía bastante general y amplia sobre nuestro viaje a Argentina. Espero que os sirva y os de una idea global de nuestro viaje. Es más un post práctico que vivencial, pero aún así, he intentado hacerlo todo lo ameno que he podido, jajaja.

Ojo que este post es largo. Lo he dividido en secciones para que vayáis directamente a lo que os interese.

  • ¿Por qué Argentina?

  • Viajar en invierno

  • Agencia, ¿sí o no?

  • El recorrido: qué ver en Argentina

  • Documentación y cambio de divisa

  • Cómo moverse por Argentina

  • Qué ropa llevar

  • Presupuesto

¿Por qué Argentina?

La respuesta a esta pregunta es bastante poco emocionante. Nos decantamos por Argentina como podíamos haber decidido cualquier otro país de Latinoamérica. Aunque poco romántico, la realidad es que escogimos Argentina porque el billete de avión nos salía más barato que a otros sitios. A este primer (e importante) filtro se le añadió el hecho de que a Carlos le apetecía como nada en el mundo ver glaciares y yo con ir a un sitio en el que hiciera frío ya me daba con un canto en los dientes. Por último, tras investigar un poquito, nos dimos cuenta de que podíamos hacer de todo un poco (ciudad, montaña, agua, frío, calor) y nos acabó de convencer.

No obstante, no puedo estar más contenta de haber elegido Argentina como nuestro destino. La diversidad de paisajes, gentes y costumbres dentro del país hace que en en ningún momento pares de aprender y fascinarte con todo lo nuevo. Al mismo tiempo, y aunque todo es diferente, es curioso, pero parece que sigues en casa, como si nada.

Viajar en invierno

Como ya sabréis, cuando aquí es verano, allí es invierno. Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de decidir los días que vais a pasar en cada zona, la ropa que llevar y sobre todo…¡las horas de luz! Tened en cuenta las horas de luz porque anochece pronto y es importante tener planes para estas horas o simplemente tenerlo en cuenta para organizar bien el día.

¿Lo guay? Hay mucho menos turismo y los precios son más bajos. Ya sabéis que a nosotros nos encanta viajar fuera de temporada, así que en este caso tampoco nos suponía un problema que hiciera frío y no fuese temporada alta.

Si pensáis ir al sur, a la Patagonia, es importante que tengáis en cuenta que si de por sí allí hace frío pueeeeees en invierno mucho más. Quizás por este tema os encontréis con nevadas, lluvias o condiciones climatológicas que os impidan llevar a cabo los planes que habías pensado. Por este motivo nosotros decidimos quedarnos más días en el sur y darnos margen por si había algún imprevisto con el tiempo.

La investigación: ¿agencia o por cuenta propia?

Una de las preguntas que más he recibido es si el viaje lo organizamos nosotros o fuimos por agencia. Y la respuesta es que nosotros lo organizamos todo: destinos, hoteles/hostales, alquiler de coche, etc. Como todo, tiene sus pros y sus contras. No obstante, en este caso nosotros valoramos que era un viaje asequible para preparar nosotros en el que una agencia nos costaría más de lo que nos iba a ahorrar y sobre todo, que dentro de lo posible, nos gusta mucho ir a nuestro aire.

Lo bueno de una agencia es que en determinadas cuestiones pueden ofrecerte mejores precios, pero sobre todo, la cuestión de la seguridad y la logística. Una agencia te resuelve estos quebraderos de cabeza y olvidarte de imprevistos, gestiones y demás cuestiones que surgen cuando uno lo organiza por su cuenta.

En mi caso era la primera vez que organizaba un viaje a un país tan lejano. Como ya sabéis, me encanta organizar viajes: investigar enclaves imperdibles, qué y dónde comer, qué tiendas/locales visitar. Pero, claro, no es lo mismo organizar un viaje a Almagro que a Argentina. Lógicamente.

Cómo organizarse

Lo primero que hicimos fue leer. Leer muchos blogs, foros y consejos. Preguntamos a conocidos y, por supuesto, os pregunté por Instagram recomendaciones. Después, adaptamos todo eso que leímos a lo que a nosotros nos apetecía hacer y en función de eso empezamos a hacer reservas (aviones, coche, hostales…). Si estáis planificando un viaje entre varias personas os recomiendo guardar toda la información que vayáis encontrando a través de aplicaciones/webs como Drive, Trello o Airtable. Resulta infinitamente más sencillo filtrar después lo que vais a hacer y, de esta manera, siempre tendréis un archivo lleno de información ya seleccionada para el futuro (¡viva no perder el tiempo haciendo las cosas por duplicado!).

Nosotros nos organizamos con Drive, Calendar y Trello durante todo viaje, pero bueno, de nuevo, prefiero dejar esto para otro post porque si no, nos enternizamos. Cualquier duda concreta o si queréis saber más sobre estas herramientas me mandáis un mail a alejandra@aleoli.es y os respondo con lo que sea.

TIP: si ya tenéis el destino elegido os recomiendo muchísimo compraros o coger de la biblioteca la Lonely Planet del sitio a donde vayáis a ir (especialmente si es un viaje a un país entero y más aún si está tan lejos). Si bien es típico, es realmente útil. Nosotros compramos la Lonely Planet de Argentina* en el aeropuerto y ojalá la hubiéramos comprado antes. Nos fue súper práctica para movernos por el país, hacernos una idea de los barrios, de dónde comer cuando internet nos fallaba o para empezar a soñar con el siguiente viaje por allí.

El recorrido: qué ver en Argentina

Argentina es ENORME. Y si hubiera unas mayúsculas más grandes lo escribiría con ellas: GIGANTE. Desgraciadamente, no teníamos ni un año, ni seis meses para viajar por allí y verlo en condiciones. Nosotros contábamos con 17 días, incluyendo los días de viaje. Así que tocó sacrificar muchos sitios que eran indispensables (como Iguazú) por otros que por una razón u otra nos llamaban más. De tal forma que nuestro recorrido quedó del siguiente modo (iremos por cada uno de los destinos en posts individuales):

  • 23 agosto: Vuelo Madrid-Buenos Aires.

  • 24 y 25 de agosto: Buenos Aires

  • 26 agosto: Buenos Aires + Vuelo BA-Salta (norte)

  • 27 agosto: Salta

  • 28 agosto: cogemos el coche de alquiler hacia Cafayate.

  • 29 agosto: Cafayate-Humahuaca

  • 30 agosto: Humahuaca-Salta

  • 31 agosto: Vuelo Salta-Córdoba-Ushuaia. Llegada a Ushuaia

  • 1 septiembre: Ushuaia. Excursión por la bahía Beagle con “El Che”.

  • 2 septiembre: Ushuaia. Excursión en 4x4 por los Lagos + comida local

  • 3 septiembre: Ushuaia. Excursión por el Parque Natural Tierra del Fuego

  • 4 septiembre: Vuelo a Calafate. Llegada a Calafate y paseo largo por el pueblo.

  • 5 septiembre: Calafate. Excursión en catamarán por los glaciares.

  • 6 septiembre: Calafate. Excursión minitrekking por el Perito Moreno.

  • 7 septiembre: Recogida coche de alquiler + roadtrip a El Chaltén + 2 mini rutas por El Chaltén.

  • 8 septiembre: El Chaltén. Todo el día: Ruta de la Laguna Torre. Vuelta a Calafate.

  • 9 septiembre: Vuelo Calafate-Buenos Aires-Madrid

Nos hubiera gustado visitar:

  • Iguazú: ¡las cataratas! ¿Cómo nos pudimos dejar Iguazú? Pues como os digo, es imposible llegar a todo y como Carlos ya había estado y se puede visitar desde tres países diferentes pueeeeees lo dejamos para otro viaje.

  • Bariloche: es una parte que está ahora mismo muy de moda para el turismo de esquí y por su naturaleza espectacular. No obstante, pensamos que con Ushuaia y El Calafate ya teníamos suficiente nieve y logísticamente (tiempos de viaje) nos encajaba mejor esta combinación que ir a Bariloche.

  • La Pampa: parecido a la lógica que seguimos con Bariloche. Con todo el desierto del Norte, nos dimos con un canto en los dientes para este viaje.

  • Todo el país: por pedir, que no falte✌

Documentación

  • Pasaporte vigente. Para un español no hacen falta visados ni papeleo de ningún tipo.

  • Dinero en efectivo (euros o dólares): como os comento en el apartado de presupuesto, el tema del dinero es un tema en Argentina. El tipo de cambio cada dos por tres y lo que en un momento vale uno, al rato vale ocho. Nuestra recomendación es que os llevéis dinero en efectivo (euros/dólares) y cambiéis en ciudades grandes como Buenos Aires. Para ello, el tipo de cambio que tenéis que mirar es el Blue, no el oficial. Es decir, no vayáis al banco a cambiar porque vais a perder dinero. En calles como Florida o en ciertos establecimientos de Buenos Aires encontráis lo que se llama el tipo de cambio Blue. Sí, es cambio clandestino…pero lo hace todo el mundo. No os asustéis. Si paseáis por la calle Florida veréis y oiréis a gente susurrando “cambio, cambio, cambio”. Podéis preguntar a tres o cuatro y quedaos con el que mejor cambio os ofrezca. Normalmente os llevarán a un local (no se debe/suele cambiar en la calle) y allí haréis el cambio. Nosotros nos llevamos en efectivo unos 300€ y 200 dólares.

  • Tarjeta Revolut. Si no conocéis Revolut, estáis tardando. Se trata de una tarjeta que recargáis con el dinero que queráis desde una cuenta y que podéis utilizar como tarjeta de débito. El beneficio que encontraréis, entre otros, es que el tipo de cambio que os ofrece es mayor que el de vuestro banco normal y además no te cobra las típicas comisiones por cambio de moneda (que sí, suelen ser céntimos…pero van sumando). La tarjeta cuesta seis euros y os tarda en llegar dos semanas. De verdad, esta tarjeta para viajar es maravillosa. Además, se pueden dividir gastos, hacer cajas de ahorros, el seguimiento de gastos es fabuloso y, en fin, que estoy enamoradísima.

Dónde dormir

Aunque detallaré en cada post cada uno de los sitios donde nos alojamos, hicimos casi todas las reservas mediante Booking*. Decidimos reservar casi todo por Booking por la posibilidad de cancelación gratuita, las reseñas, la seguridad de reservar a través de esta plataforma y el hecho de que incluso sin internet, se puede acceder a las información de las reservas. Además, al ser “Genius” (el programa de fidelización que tienen) tenía descuentos o alguna ventaja en la mayoría de sitios. Pero vaya, la razón principal es la comodidad y la seguridad que proporciona el portal.

¡Ojo! En la mayoría de hoteles, aunque lo reservamos por Booking (y supongo que por una cuestión de la inseguridad con respecto al tipo de cambio), nos pedían pagar en efectivo. Nosotros no contamos con ello (pensábamos que lo cargarían a la tarjeta) y el efectivo bajó más rápido de lo que nos hubiera gustado.

Cómo moverse por Argentina

La mayor parte de desplazamientos los realizamos en avión. Reservamos todo con Aerolíneas Argentinas a través de su página web. En total cogimos cinco vuelos internos. Tanto a Carlos como a mi nos gustó la compañía y viajamos muy cómodos. Ninguno de los aviones se retrasó ni hubo ningún problema.

Con Aerolíneas Argentinas:

  • Podéis hacer el check-in desde el móvil. Conozco el mundo de los check-ins y hay webs que son un INFIERNO (cof cof British Airways). La verdad que el check-in en Aerolíneas Argentinas es sencillo, ágil y rápido.

  • ¡Ojo! La maleta no puede pesar más de 15 kilos. Si lleváis mochila, difícil superar el peso, pero con la típica dura y de ruedas puede ser bastante justito.

Coche de alquiler

El resto de los desplazamientos los hicimos con el coche, en total dos coches de alquiler. El primer alquiler lo hicimos con Avis y lo reservamos desde Madrid y el segundo lo contratamos con Hertz directamente allí. Nosotros miramos bien la ruta base que íbamos a hacer con el coche que reservamos desde Madrid. Si bien es cierto que hicimos alguna modificación sobre la marcha, íbamos bastante seguros de que la ruta que queríamos hacer era factible y no estábamos metiendo en un berenjenal del copón. Alquilamos un coche muy normalito (Dacia Logan y Chevrolet pequeño), pero si hubiéramos podido pagar más, hubiéramos alquilado un coche algo más solido, tipo 4x4.

Estas son las cosas que considero que es importante que tengáis en cuenta para conducir (al menos por donde estuvimos nosotros):

  • Evitad conducir de noche: o aseguraos de que el tramo que haréis de noche está bien asfaltado. Por norma general, no hay iluminación (se conduce por en medio de la nada) y hay muchos animales que cruzan. Desde luego, yo no querría pinchar allí en mitad de la noche (just saaaaying).

  • Gasolina: a diferencia de aquí, donde hay una gasolinera cada cero coma, es importante que tengáis fichadas las gasolineras y las distancias que vais a recorrer. Igual que con los pinchazos, no queremos quedarnos sin gasolina en mitad de la nada y sin cobertura.

  • Aprende a cambiar una rueda. La verdad es que este consejo nosotros no nos lo aplicamos y por suerte no tuvimos ningún incidente. Eso sí, estuvimos nuestro rato viendo vídeos en Youtube de cómo cambiar ruedas, sin mucho éxito la verdad. Pues eso, que si aprendéis a cambiar ruedas, mejor. Hay MUCHOS MUCHOS pinchazos.

  • Tarjeta de crédito (no débito): a la hora de reservar en todos los locales de alquiler os pedirán una tarjeta de crédito para la garantía. Si no tenéis una, está complicado (al menos con las empresas grandes).

  • Comprueba los papeles del seguro y la cédula: cuando la empresa de coche te enseñe el coche pídeles que te enseñen los papeles y fíjate en la fecha de caducidad del seguro y la cédula. A lo largo de TODO el viaje os van a parar MUCHAS veces controles de policía y os pedirán los papeles. En nuestro caso, en ambos coches, el papel del seguro estaba caducado por un mes. Nunca nos dijeron nada y suponemos que fue porque habrá un plazo de prorroga. No obstante, yo preguntaría bien a la empresa con la que alquiléis el coche.

  • Los pasos de peatón y mucho semáforos están de decoración. Drive like a local, my friend. O te comerán.

¿Qué ropa llevar?

La pregunta del año. Si vais a hacer un viaje similar al mío, recorreréis zonas con climas muy diferentes. Me gustaría dedicarle un post completo a este tema, pero por resumir: ¡CAPAS! No os liéis con ir divina/os y presumir de outfit. He aprendido que lo mejor es ir cómodo/a y llevar unas buenas zapatillas. A continuación os detallo por zonas:

  • Buenos Aires: por las fechas que estuvimos nosotros la máxima estuvo alrededor de los 20º. Con una chaqueta normal o abrigo finito se va estupendamente. No es raro que llueva, así que considero que la mejor opción es utilizar el chubasquero que os llevaréis después al sur (el típico que le puedes añadir un polar debajo).

  • Zona Norte (Salta, Cafayate, Humahuaca): en las fechas que fuimos nosotros ya empezaba la primavera por lo que el calorcito empezaba a asomar. Únicamente se necesita la ropa de abrigo por la noche, pero durante el día con una sudadera y unos pantalones largos (o tobilleros) se va fenomenal.

  • Sur (Ushuaia, Calafate y Chaltén): en esta zona sí que os recomiendo ir bien abrigados. Es decir, unos buenos calcetines de lana merina, botas, gorro que cubra orejas, polar, chubasquero y mallas/pantalones térmicos. Sobre todo cuando no hay sol el frío pica mucho mucho. De verdad, iréis como muñecos Michelin. Pero muñecos Michelin calentitos.

Presupuesto

En este momento, para un europeo es económico ir a Argentina. Lamentablemente, Argentina es un país con una situación económica y política delicada y las fluctuaciones de su moneda, el peso, son bastante serveras.

El gasto más grande que tendréis que hacer allí es el billete de Madrid a Buenos Aires. El precio varía y lo más recomendable es que hagáis diferentes combinaciones con tiempo en webs como Skyscanner. En mi caso el billete salió barato por un canjeo de puntos, pero si no me equivoco el precio ronda los 600-1200€, dependiendo de la temporada en la que vayáis.

Una vez allí, viajar por dentro de Argentina en avión es relativamente barato. Por ejemplo, nosotros cogimos cinco aviones y no llegamos a los 600€ por cabeza. Una vez allí, comer es barato/muy barato. Podéis optar por puestos callejeros (buenísimos) o restaurantes de mantel y mesa que, igualmente, son baratos para lo que estamos acostumbrados a pagar aquí (10€ de media para dos personas).

Sucede lo mismo con los hoteles y hostales: por norma general son baratos, están muy bien y siempre tienen el desayuno incluido.

Los otros dos gastos más grandes que tuvimos fueron los alquileres de los coches (uno lo cogimos con tiempo desde Madrid y el otro fue improvisado allí) y las excursiones en el sur del país -medio obligatorias-.

Tengo a Carlos trabajando en un excel más detallado, pero de momento, espero que con esto os sirva.

Espero que os haya servido y no se os haya hecho muy largo. Ya sabéis que podéis seguirme en Instagram para no perderos el día a día y cualquier duda que tengáis podéis escribirme por ahí o directamente al email: alejandra@aleoli.es

¡Un besote fuerte y gracias por leer!

*Disclaimer: cualquier link con el símbolo asterisco os conduce a un enlace afiliado. Esto quiere decir que si vosotros decidís utilizar este servicio yo me llevo una pequeña comisión que me permite tomarme un café. No son ningún tipo de patrocinio ni colaboración.

Otros posts sobre Argentina:

Almagro y las Tablas de Daimiel

¡Aloha! ¿Cómo andáis? Yo muy achicharrada y echando de menos mis abrigos, gorros y bufandas. Pero bueno, qué le vamos a hacer. 

En el post de hoy quería compartir con vosotros mi última escapada con Mr. Bold. Con la excusa de su cumple, nos fuimos a pasar el finde a Almagro, un pueblo en Ciudad Real que rompe con cualquier mito absurdo de que en La Mancha no hay nada que ver. Creo que para los que somos de Madrid y alrededores es una escapada de fin de semana estupenda. Está a poco más de dos horas de Madrid y el camino es realmente muy facilito. 

Realmente no elegimos Almagro desde el principio, la idea era ir a un restaurante italiano con muchísimo renombre que está en Tomelloso (a una hora de Almagro) y en el que le regalé una cena a Mr. Bold por su cumple. Con esta idea en mente, busqué algún pueblo bonito cerca y lo que más me encajó fue Almagro.  

Viernes: De Madrid a Almagro

El viernes me recogió Mr del trabajo hacia las cuatro y fuimos a comernos un pincho de tortilla en Casa Dani, en el Mercado de la Paz (si no lo habéis probado, estáis tardando). Con la tripa llena, muchas muchas ganas de escapar de la rutina y una buena playlist (Junio de 2018) pusimos rumbo a Almagro. Después de un camino de paisajes no demasiado espectaculares llegamos a un pueblo blanquito. Recuerdo perfectamente como nada más acceder ya se veía al fondo el verde de la plaza, uno de los elementos más característicos del pueblo. 

Aparcamos el coche (no tuvimos ningún problema de espacio) y entramos en Casa Rural Tía Pilar, donde nos alojamos el fin de semana. La casa es una preciosidad: tiene dos patios pintados de azul y blanco llenos de flores, mesitas y detalles pintorescos. Nos dieron la habitación en la que según ellos "cuando vienen a sacar fotos de lencería o de boda siempre piden esa habitación". No se me ocurre mayor honor, oigan. 

El resto de la tarde esperamos a que bajase un poco el calor en la habitación con el primer partido del mundial y una breve (pero necesaria) siesta. Después salimos a cenar a uno de los restaurantes de la plaza y dar un paseo por allí. 

Sábado: Las Tablas de Daimiel y Marquinetti

El sábado nos despertamos con calma (para eso están las escapadas de finde) y bajamos a desayunar a la plaza. No puedo ni explicar lo mucho que disfruto de desayunar un buen pan con tomate en una terraza, sin horario y sin obligaciones. Para mi es uno de los grandes placeres en esta vida (¡bendito pan con tomate!). 

Después de desayunar nos pusimos nuestras gorras de explorar y fuimos a Las Tablas de Daimiel, otra de las razones por las que Almagro resultó ganador a la hora de elegir destino. Quería que hubiera alguna opción de naturaleza cerca pero como iba a hacer muchísimo calor tampoco me apetecía dedicar un día entero a ruta. Así que, Las Tablas de Daimiel son perfectas para eso. 

Por si os quedan ya muy lejanas las clases de geografía, Las Tablas de Daimiel es un parque nacional que protege el humedal. Para que nos entendamos, se trata de una zona en la que, cuando ha llovido, hay mucho agua. En el parque hay puentes que cruzan los humedales y alrededor hay, como os podéis imaginar, muchísima vegetación y especies diferentes de aves, peces y reptiles. Es realmente un paisaje muy curioso. Nosotros tuvimos suerte porque como ha llovido tanto había agua y pudimos verlo (casi) en todo su esplendor. 

El paseo es apto para todo el mundo, no se necesita nivel de ningún tipo y me parece una excursión perfecta para ir con niños. Eso sí, pega el sol de lo lindo. Preparad la crema y la gorra. 

Una vez hicimos el paseo por allí (se tarda más o menos una hora) fuimos a comer a un pueblo que nos habían recomendado: Villanueva de los Infantes. Es un pueblo bastante cuco y como parada nos gustó mucho. Después de la comida, fuimos al hotel a pegarnos una ducha, descansar un poco y esperar que bajase el calor (porque maaaadre mía). 

Esa noche fuimos a Marquinetti, el restaurante que os comento. Está en Tomelloso, a una hora de Almagro, y es famoso por tener las mejores pizzas del mundo. Reservé con un mes antelación, aunque creo que no es necesario tanto tiempo: había varias mesas para gente sin reserva. La verdad que el trato fue inmejorable y la comida estaba muy buena, aunque me duele decir que prefiero la pizza de Piccola Napoli o de Grosso Napoletano. Pedimos una ensalada Romescu, que estaba espectacular, y dos pizzas: la Fantasía y la de Rabo de Toro. Sinceramente, la Fantasía estaba muy rica, pero la masa era tan densa que resultaba realmente pesado acabársela. Por otro lado, metimos la pata con la de rabo de toro, dentro de que estaba también muy rica. 

Domingo: Vuelta a Madrid

El domingo nos lo tomamos con mucha calma también. Nos levantamos, recogimos y nos bajamos a desayunar con tranquilidad en la plaza. Después dimos una buena vuelta por Almagro. No puede faltar su corral de comedias o la Iglesia de San Agustín, aunque creo que lo mejor es dejarse llevar y disfrutar del paseo. Realmente se trata de un pueblo con mucho encanto. Si podéis, aprovechad para ir al Festival de Teatro de Almagro (del 5 al 29 de junio). Tiene que ser muy chulo. Comimos en El Abrasador de Almagro una ensalada de jamón serrano espectacular y una carne increíble también. De diez. Salimos encantados. De ahí pusimos rumbo a Madrid, paramos para repostar y limpiar la matanza de mosquitos y bichos que llevábamos en el morro y el cristal del coche y pusimos fin a una escapada realmente slow y necesaria. 

Espero que os haya gustado el post y sobre todo que os animéis a visitar Almagro. Definitivamente, es un lugar que merece la pena y que a mi, desde luego, me sorprendió para bien. 

Un abrazo muy fuerte