Alojamiento Rural Quinta Olivia | Norte de Portugal

¡Aloha! Creo que este es el post que más ilusión me hacía publicar de la serie de Portugal. Y es que, Quinta Olivia fue básicamente el motivo por el que nos decidimos por Portugal como destino para ir en Semana Santa. Estábamos chafados porque los vuelos a Dublín (nuestro plan inicial) se nos habían ido un poco bastante de precio y no nos quedaba otra que quedarnos por España (que genial también, pero como que tenía muchas ganas de Irlanda). El caso, dando vueltas por Airbnb, no sé cómo ni por qué pero me topé con Quinta Olivia. El título del anuncio decía algo así como: “antigua granja reformada” y según veía fotos me iba enamorando más y más. Y después de ver el precio…teníamos que ir allí sí o sí.

En este post os quiero contar lo que más nos gustó de Quinta Olivia y los motivos por los que lo recomendaríamos al cien por cien si estáis pensando en un viaje rural por el norte de Portugal.

Verde que te quiero verde

La granja está completamente rodeada de verde. Campo, campo y más campo. Así que, si como nosotros, estás algo cansado del asfalto, olvídate porque aquí apenas encontrarás. Tanto la terraza privada, como las zonas comunes (barbacoa, piscina, jardín general, etc) son muy muy verdes. Así que, cada vez que mires por la ventana verás un horizonte infinito de árboles, cultivos y hierba.

La decoración

Aunque la granja cuenta con todas las comodidades de un apartamento de hoy en día (menos la televisión), la reforma y la decoración respetan el elemento más tradicional del edificio. Paredes de piedra, tonos cálidos y sencillez están combinados a la perfección. Vaya, buen gusto en estado puro.

Además, los espacios son amplios lo cual aporta una sensación de tranquilidad maravillosa. En nuestro caso, el apartamento tenía una primera planta de vivienda y la parte de abajo cuenta con un trastero enorme y una terracita privada.

Detalles, detalles y detalles

Y aunque la localización ya nos tenía absolutamente ganados, los detalles de Stephan y su pareja en el apartamento marcan la diferencia por completo.

Cuando hicimos la reserva, nos enviaron un PDF detallado con las instrucciones para llegar y todos los pasos para entrar al apartamento y disfrutarlo. También nos recomendaron mil cosas que hacer y restaurantes.

Además, como os digo, la casa está llena llena de detalles. El champú y el gel de la ducha huelen increíble, las camas tienen una mantita eléctrica para irse a dormir sin frío en los pies y entre los utensilios de cocina hay un rallador de queso (raro en un apartamento de alquiler). Estos son algunos detalles que, para nosotros, le aportan mucho valor al alojamiento y mejoran nuestra experiencia.

Localización

A pesar de estar en un punto relativamente remoto, para nosotros la ubicación nos pareció fantástica. Se encuentra a caballo de la montaña, el mar y la ciudad. Así que todo un abanico de planes para elegir. Eso sí, hay que contar con el tiempo de salir de la zona donde está la casa hasta la autopista. Al final, cualquier trayecto que queríamos hacer nos llevaba como mínimo 30-40 minutos.

Por allí hay un montón de caminitos y senderos para perderse. También tiene una iglesia que siempre está vacía y cerrada (no sé si fue coincidencia), pequeños viñedos, fuentes, flores de todo tipo. Vaya, que en sí podéis andar por allí un día entero.

Muy cerquita se encuentra Ponte da Barca donde podéis comer o cenar en alguno de sus restaurantes. Nosotros os recomendamos O Moinho. Barato, rico y rápido. También hay muchos supermercados cerca (mejor el local que el Lidl, por cierto).

En definitiva, una gozada de apartamento desde donde visitar la zona norte de Portugal. Bueno, bonito y barato. Además, los anfitriones son majísimos y nos ayudaron en todo momento. Seguro que volveremos a Quinta Olivia algún día. Espero que os haya sido útil el post. Nos leemos pronto. Cualquier duda, me escribís por Instagram (@alejandra.cubero) o me dejáis un comentario. Un beso fuerte😍

Anuncio de Quinta Olivia en Airbnb➡️ https://www.airbnb.es/rooms/16550103