Qué ver en el norte de Portugal (guía rápida)

 

¡Aloha! Bueno, bueno, bueno. No sabéis las ganas que tenía de ir a Portugal, de hacer fotos en Portugal, de escribir sobre Portugal, TODO PORTUGAL, vaya. Y es que es un país que me encanta. Me encantan sus paisajes, su idioma y lo cerquita que lo tenemos de España (aunque a veces no nos demos ni cuenta). No queríamos gastar mucho esta Semana Santa pero como siempre, nos pusimos a buscar muy tarde, así que cualquier cosa en avión estaba descartada.

Portugal se nos presentaba como una opción perfecta: podíamos ir en coche, comer allí es relativamente barato y encontramos un Airbnb precioso y muy bien de precio. Decidido.

La última vez fuimos mi hermana y yo a Braga y desde allí nos movimos con tren y buses por la zona. En esta ocasión, Carlos y yo fuimos desde Madrid en coche. La verdad es que la libertad que te da el coche no es comparable al tren o el bus, pero si no tenéis coche podéis ir igualmente a todos los sitios que menciono con transporte público.

Hoy os traigo en una guía rápida de los enclaves principales que vimos en el norte de Portugal; iré haciendo posts más específicos para que tengáis toda la información. Pero, de momento, con esta guía podéis, de un vistazo, haceros una idea de sitios qué ver, comer y dormir en el norte de Portugal.

 

VIANA DO CASTELO

Viana do Castelo es un pueblo precioso de la costa. Se encuentra súper cerquita de Galicia por lo que no es extraño encontrarte con muchos españoles por allí. No puede faltar una visita al Santuario de Santa Luzia, y si es al atardecer, mejor que mejor.

Más allá del santuario, lo mejor es darse un paseo y mirar mucho hacia arriba para alucinar con las formas de los balcones y detenerse delante de las fachadas para observar azulejos y soñar con ellos en una futura casa (sigamos soñando😌).

Si vais buscando playa, también es buena opción para tenerlo como ciudad base. Si no me equivoco, una de las playas es famosillas por sus olas y tiene unas cuantas de esas en las que puedes estar tu solo. Pero bueno, en nuestro caso el tiempo no acompañaba y dejamos el playeo para los próximos meses.

Ah, y no os podéis ir sin probar la ‘bola de Berlim’, pero de ella os hablo un poco más abajo.

GUIMARAES

Una de mis ciudades favoritas del norte es Guimarães, sin duda. Más que Braga. A diferencia de Viana do Castelo, aquí sí que encontramos un icono de la ciudad: el castillo. La entrada es de pago y cuando fuimos nosotros estaba abarrotado, así que decidimos no entrar.

Sin embargo, lo más bonito para mi de Guimãraes es el casco histórico. Además, como nosotros lo visitamos justo antes del jueves santo las calles estaban listas para las fiestas: llenas de morados, coronas y demás ornamentos que hacían a la ciudad aún más bonita si cabe.

De nuevo, toca perderse y empaparse de ese aire melancólico portugués que combina un diseño exquisito con una especie de vuelta al pasado que a mi me fascina.

Tip: aparcar dentro de la ciudad es de pago. No obstante, por la zona del castillo hay un aparcamiento de tierra muy grande y las calles aledañas son gratuitas. Hay que andar un pelin al centro, pero vamos…nada.

Bola de Berlim

YES. YES. Y cien veces YES. No había oído hablar de ellas y de no haber pasado por delante de una pastelería con una afluencia de gente similar a la de una tienda de Manolitos nos hubieramos quedado sin probar este bollito del señor. En realidad me comenta por pinganillo mi madre que es una berlinesa de toda la vida. Pero mira oye, yo ajena a la vida.

Si bien sigue sin desbancar de la primera posición de mis bollos favoritos a los Pasteis de Belem, la bola de Berlim sin duda entra a mi top 3. Qué le voy a hacer si me vuelve loca la crema y los bollitos chiclosos.

Los encontraréis en Viana do Castelo (y seguro que fuera de allí también) en una pastelería archifamosa: Natário. Hay cola y se tarda. Van sacando bandejas con no demasiados bollitos y la gente se lleva cajas con 24. Así que cuando crees que ya te toca…no. Pero bueno, a nosotros nos mereció la pena. Nos pedimos una para cada uno y nos las comimos en las escaleras de la Práça da República.

 

QUINTA OLIVIA

Tanto Carlos como yo creemos que este viaje ha sido doblemente especial para ambos y en ello tiene mucho que ver el alojamiento donde nos quedamos: Quinta Olivia en Ponte da Barca. Se trata de una antigua granja reformada por una pareja de danses simpatiquísimos y con un gusto exquisito.

La finca es gigantesca y cuenta con todo lo que necesitas para relajarte. Mucho mucho mucho verde. Muchos pajaritos. Una piscina con vistas y un tractor.

No, en serio. Es una auténtica joya de apartamento. Aunque su ubicación está en el campo, se llega rápido (y varias cuestas después) al pueblo desde donde os podéis mover cómo queráis. La zona de casitas, pequeñas viñas e iglesias que rodea a la casa es una auténtica delicia. Y bueno, la casa en sí es puro placer y cada detalle está pensado y cuidado. Tenéis el post completo aquí.

Podéis echar un vistazo al apartamento en Airbnb, aquí. Y si queréis reservar, con este enlace Airbnb os hace un descuento en vuestro primer viaje

 

GERES PENEDA

El parque nacional Geres-Peneda es un espacio compartido entre España y Portugal, y la verdad…qué poco bombo le damos, oye. No entiendo muy bien por qué, es una auténtica belleza. Si entráis a Portugal por Galicia sin peaje, lo más probable es que lo hagáis a través del parque. No os digo nada porque mejor lo veis vosotros, pero el paisaje es absolutamente precioso. La carretera sigue el curso del río por lo que id con luz del día y cámara en mano porque de verdad que es una auténtica maravilla.

La información de las rutas miradla mejor en Wikiloc y otras fuentes que no sea Gêres porque a nosotros no nos explicaron mucho y lo poco que nos comentó lo debimos seguir mal porque acabamos en una ruta más parecida a pasear por Marte (que también era muy bonita) que por un parque.

Si queréis también podéis explorar muchísimo en coche, eso sí, bien de curvas. Yo soy de las que se pone el mapa en la cabeza en cada curva por lo que pueda pasar. Ya se sabe, más vale mapa en mano que ciento volando. Bueno, bromas aparte, hay muchas maneras de ver el parque y, de hecho, podéis dedicarle todos los días que vayáis y aún así os faltará.

A nosotros nos llovió pero nos hubiera encantado hacer alguna actividad tipo kayak, paddle surf, etc. Hay muchísimas empresas y opciones. Pero bueno, os cuento más en el post específico.

 
 

TAVERNA VACA DAS CORDAS

Una de las tardes fuimos a otro pueblo bastante conocido: Ponte de Lima. Aunque lo vimos sin demasiada luz, era bien bonito. Ya os contaré. El caso: se nos hizo la zona de cenar y para ser sinceros teníamos más bien pocas ganas de cocinar en casa por lo que decidimos Googlear los restaurantes del pueblo y nos decidimos por la Taverna Vaca Das Cordas.

Es un restaurante de lo más peculiar. Las paredes están plagadas de cuadros relacionados con la tauromaquia o con competiciones de caballos. Así que bueno, ni Carlos ni yo somos muy fanes de este tipo de espectáculo por lo que mirábamos con curiosidad y asombro la decoración de nuestro alrededor.

Pero bueno, deco aparte, este restaurante es conocido por su bacalao. Sí, eso que veis en la foto es bacalao. Y estaba bien bueno. Los churritos amerengados no son otra cosa que puré de patata y el volcán de en medio es miga de pan tostadita. Debajo de todo eso está el bacalao y las espinacas. Suena potente…y lo es. Así que id con hambre y si sois de digestión complicada por la noche (🙋), mejor id a la hora de comer.

Reservad si podéis, no es muy grande. Sobre todo si vais en festivos.

 

VALENÇA

Valença es un pueblo con encanto en la frontera con España. A un kilómetro, vaya. Además de por bonito, el pueblo tiene fama también por la venta de toallas (entre otros). Para entrar a la zona antigua tenéis que meteros con el coche, literalmente, dentro de la fortaleza. Ahí se encuentra el parking donde podéis dejar el coche y pasear por sus rebosantes calles.

El día que fuimos nosotros llovía bastante, por lo que fuimos viéndolo de toldo en toldo como pudimos. La verdad que nuestra vena consumista estaba un poco apagada aquel día y no compramos nada. Tiene pinta de que hay que ir con calma y mirar muy muy bien para encontrar cosas. O bueno, querer ir a comprar toallas que, en nuestro caso, no había ninguna intención. Eso sí, os recomendamos echar un ojo por Casa Teixeira. Rarezas, reliquias y más. De verdad, no saqué foto porque me daba vergüenza, pero podría haber hecho mil.

Pero bueno, en sí el pueblo merece una visita y así aprovecháis para repostar en Tui (Galicia) que es mucho más barato que en Portugal. La guía Repsol tiene bastantes más detalles sobre tiendas y restaurantes en Valença, así que os la dejo por aquí por si os interesa.

Y bueno, hasta aquí mi guía rápida del Norte de Portugal. Por supuesto, hay MUCHÍSIMO más por ver (Vila do Conde, Braga, Barcelos, Oporto…). Pero esto es un poco lo que nos dio tiempo a hacer a nosotros en los cuatro días que estuvimos. Hicimos una excursión más larga a la Ribera del Duero (¡post pronto!) pero no la incluyo aquí porque estaba a tres horas de todos estos lugares. Así que, no lo cuento como norte.

¡Muchas gracias por leerme! Espero que os haya gustado el post y sobre todo que os resulte útil. Si tenéis un ratito, contadme vuestro último viaje o si conocéis Portugal. Cualquier duda, me escribís por Instagram (@alejandra.cubero) o me dejáis un comentario. Un beso fuerte😍