Escapada al norte: Donosti, Zumaia y Zarautz

Aloha matriculeros! Como ya visteis por nuestro Instagram y demases redes sociales, sabéis que este pasado finde nos fuimos a dar un voltio por el norte. No teníamos mucho tiempo porque la titi (Emma) curraba el viernes y teníamos que volver el domingo. Pero bueno, creo que lo aprovechamos bien y, la verdad, siempre sienta bien salir un poco del asfalto madrileño y cambiar de aires. Cogimos todo con súper poco tiempo la verdad...en un principio íbamos a Cádiz, no os digo más. El caso es que partimos hacia Donosti el viernes después de que Emma saliese de trabajar y llegamos ya de noche a la pensión donde nos alojábamos, cerca de Donosti, en Astigarraga. El sitio está bien. Aviso, no es el Ritz. Las habitaciones están bien de tamaño, limpias y con todo lo necesario. Además está a siete minutos del centro de Donosti, con lo cual, para nosotras, bien. Si os alojáis allí alguna vez, os aviso que puede que tengáis que entrar por un ascensor montacargas que no tiene puertas. Sí. Nosotras lo flipamos un poco cuando, a las diez de la noche, llegamos allí y no veíamos ninguna puerta a la que llamar. Menos mal que otro huésped andaba por allí con la llave del ascensor y nos confirmó que se subía por ahí. Si no, nos tocaba acampar seguro. 

El sábado nos levantamos pronto y fuimos a desayunar a Donosti. Aparcamos el coche en un parking (el del Buen Pastor, si no recuerdo mal) al lado de la catedral y nos pateamos todo de abajo arriba. Eso sí, desayunando primero. El sitio al que fuimos estaba en frente del Ayuntamiento y se llamaba...no me acuerdo. Pero justo detrás del ayuntamiento. Pateamos paseo arriba, paseo abajo, nos doramos bien y después dimos unas cuantas vueltas por la zona de calles estrechas y pintxoooos. Para comer fuimos a la Taberna de Blas, un sitio de la familia de un compi mio de la uni, que súper recomendable también. Comimos unas patatas asadas que estaban...ñooom. Después pateamos un poco más, nos entretuvimos en Arizona Vintage un rato (sip, ya sabéis que somos unas shop-aholics) y nos fuimos a refrescarnos un pelin al hotel. 

Por cierto, varios de vosotros nos recomendasteis un sitio llamado Maiatza, es así como healthy con cosas vegetarianas/veganas y demás. Lo vimos por fuera pero me quedé con las ganas para la próxima vez. ¡Muchísimas gracias por vuestras recomendaciones! SOIS AMOR. 

Ese mismo día por la tarde nos fuimos a Zumaia. Un pueblo preeeecioso al ladito, ladito. Veis, estas cosas me gustan del norte (y otras zonas)...que coges el coche y en media hora estás en un sitio precioso y diferente. En Madrid tenemos Segovia, Toledo...sí...pero al final el resto es todo muy monótono. No sé, llamadme loca. El caso es que Zumaia nos enamoró a las dos, y eso que había muchísimo turista. Seguro que en una época más tranquilita tiene que ser una maravilla. Subimos a la ermita desde donde se ve el acantilado y sin palabras, precioso. Nos costó lo suyo encontrar  la playa que veis en las fotos, pero con un poco de insistencia y práctica en la lectura de mapas, lo conseguimos. Nos costó lo nuestro aparcar en Zumaia por si os interesa...aparcamos cerca del camping, que está un pelín alejado del centro centro. Pero vamos, nada grave. Obviamente, también nos tomamos unos pintxos de infarto y tan ricamente. Después nos volvimos a cenar a Donosti a un sitio que, la verdad, no me acuerdo. Pero bueno, como todo. 

El domingo yo me levanté con los pies mal. ¿Por qué? Pues porque me puse de fashion victim y estrené en Zumaia a lo grande las fashion sandalias que me había comprado ese mismo día en Arizona Vintage. Total que ya andaba yo un poco cojilla. Salimos pronto de la pensión y pusimos rumbo a Zarautz, otro sitio precioso. Es bastante más grande que Zumaia y hay como mucho ambiente surfero, de playa pero todo muy agradable. Aparcamos a tomar por viento y medio del centro porque no estábamos muy seguras de poder encontrar sitio más céntrico y además, nos estábamos muriendo por desayunar. Así que, como os digo, aparcamos en un parking de tierra que costaba 2,5€ para cuatro horas (creo) y 5€ todo el día. La tarjeta de crédito no iba en ninguna máquina, aviso. Y tampoco daba cambio. Y tampoco admitía billetes. Yo solo aviso, que la máquina es un poquito picky. El caso es que desayunamos en una cafetería que había al ladito del parking...rico, pero tampoco la panacea. Anduvimos y anduvimos hasta llegar a la oficina de turismo. Entre medias me cambié de zapatos y me puse unas chanclas que Emma se había traído por si bajábamos a la playa. Maldito momento oye. Me abrasé ambos dedos gordos. Wo-hoooo. Total que iba yo con un sufrimiento del serio. Pero bueno, en la oficina de turismo fueron majísimos y nos contaron todo con una sonrisota que así da gusto. Por Zarautz simplemente dimos una vuelta, vimos la playa y nos dejamos llevar un poco. Tomamos el mejor croissant que he probado en mi vida en Já Zarautz. Por lo visto es la panadería/pastelería del hijo de Arguiñano...pero mira, entre lo mono que está todo puesto y lo rico que estaba ese bollo, me robó el corazón. MUY RECOMENDABLE. Y poco más, cuando ya nos dio la hora del parking, fuimos para allá y pusimos rumbo a Madrid. Me quedo con mogollón de ganas de volver otra vez con más calma y disfrutar de todo bien ( y comer mucho más, jajaja). 

Espero que os haya gustado el post y las fotos de Emma! Contadme vosotros vuestras vacaciones/experiencias por aquí y demás! Un besote fuerte!